He tenido la oportunidad de conocer
uno de los jardines botánicos más impresionantes del Mundo, los Jardines de Kew,
situados en el sudoeste de Londres (Reino Unido). Esto ha sido posible gracias
a los cursos de formación de profesores llevados a cabo por el Real Jardín
Botánico Juan Carlos I (Universidad de Alcalá) y el Real Jardín Botánico de
Madrid (Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas) dentro
del proyecto europeo “INQUIRE”. Un proyecto de tres años de duración que
pretende extender la educación de las ciencias basadas en la indagación o en la
resolución de problemas. En él, participan 14 jardines botánicos de 11 países
europeos y está financiado por la Unión Europea bajo el 7º Programa Marco.
En la segunda semana de julio (del 8
al 11) de 2013 se celebró en los Jardines de Kew una serie de conferencias y
talleres con el fin de transmitir y compartir las diferentes experiencias
realizadas por los monitores, profesores y educadores que han participado en el
proyecto. Durante esos días, además, de asistir a las conferencias y talleres
los responsables de la organización, pusieron a nuestra disposición monitores
que nos mostraron los rincones más sorprendentes del los Jardines de Kew. Por
otra parte, el poco libre que tuvimos, la mayoría lo dedicamos a indagar por
nuestra cuenta los lugares, espacios y plantas que más nos llamaron la
atención.
Asustan un poco las increíbles cifras
de los Jardines de Kew: (1) tiene una extensión de 120 hectáreas , es
decir, el equivalente a unos 120 campos de futbol, (2) trabajan 700 personas
junto a 400 voluntarios, (3) son visitados por más de 1.250.000 personas al
año, (4) posee la colección de plantas vivas más grande del mundo con más de 20.000
especies, lo que representa un 10 % de la flora mundial, (5) en sus herbarios
se conservan unos 8.000.000 millones de ejemplares (1.250.000 son hongos), lo
que comprende el 98 % de todos los géneros del mundo, (6) cada año la colección
va aumentando con 35.000 nuevos ejemplares, procedentes de todo el mundo, (7) son
un centro de referencia en investigación botánica con 200 científicos,
pertenecientes a 19 grupos de investigación, cuya misión es recolectar,
identificar, descubrir, preservar y conservar las plantas, (8) poseen el mayor
banco de semillas vegetales existente, habiendo logrado conservar el 10 % de
todas las plantas silvestres del mundo y esperan en los próximos años llegar al 25 %.

Los jardines de Kew son un excelente
lugar para descubrir y contemplar muchas de las maravillas del mundo vegetal,
representadas por plantas de lo más curiosas e interesantes. Una de ellas, que
llamó mi atención poderosamente, fue el aro gigante o flor cadáver (bunga
bangkai en indonesio) y cuyo nombre científico es Amorphophallus titanun, literalmente “falo amorfo titánico” ya que
hace alusión a la forma de su inflorescencia. Es una planta herbácea tuberosa
que produce una inflorescencia en espádice, una especie de “tallo” donde se
localizan las flores, similar al que presentan las populares calas, y que puede
alcanzar casi los 3 metros de altura, por ello llamada a veces a veces
erróneamente la “flor más grande del mundo” (sería la inflorescencia). Es una
especie originaria de Sumatra (Indonesia) y por esta razón podemos localizar varios
ejemplares en la zona climática dedicada a las selvas
tropicales del
invernadero “Princesa de Gales”. Su ciclo de vida es muy peculiar, comienza con
una semilla de unos
La estapa se abre por la tarde y
durante la primera noche las florecillas femeninas florecen. Un fuerte olor a
carne muerta es desprendido a intervalos cortos y esa noche. Se dice que la
planta está en su fase femenina. Hacia el final de la primera noche la estapa
se puede cerrar un poco. Durante la segunda noche, las flores masculinas
florecen, produciendo una masa de polen amarillo y, durante el segundo día,
la estapa se cierra por completo. Al
final del tercer día toda la inflorescencia se derrumba.
Su polinización depende de pequeños
insectos (abejas, moscas o escarabajos), que son atraídos por su fuerte olor,
incluso si están a 20 km
de distancia. Los insectos creen que están ante un animal muerto en
descomposición que desprende un característico olor a pescado podrido y la
temperatura que alcanza el centro de la inflorescencia similar a la del cuerpo
de los mamíferos. Estas dos características, olor y temperatura, facilitan el
engaño, ya que los insectos creen que están convirtiendo en esclavos de la
planta y las flores morirán a los pocos días y las larvas no podrán prosperar.
Pero, por qué es tan grande esta inflorescencia y tiene está forma tan
característica en forma de falo. La respuesta se encuentra en el olor y la
temperatura, ya que la espádice (espiga) actúa a modo de chimenea, pudiendo
dispersar su perfume a grandes distancias por toda la selva informando de su
presencia.
Es una planta que puede vivir unos 40
años y en toda su vida produce unas tres o cuatro inflorescencias. Entre todos
los jardines botánicos del mundo un total de 135 inflorescencias se han sido
observadas. En Kew la última floración ocurrió en el 2003.
Otra planta impresionante, tanto por
su tamaño como ciclo de vida, es la Victoria
amazonica (sinónimo de V. regia)
o nenúfar gigante del Amazonas. Esta planta tiene unas hojas que pueden llegar
a medir los dos metros de diámetro y pueden aguantar el peso de un pequeño niño
y si se distribuye correctamente el peso puede soportar los 45 kilos. Sus flores son bastante grandes, miden 30 cm , y su aspecto va
cambiando a lo largo de su existencia. Al atardecer, se abre una flor de color
blanca que desprende un intenso olor dulce con el fin de atraer a los
escarabajos. Por la noche se cierra, dejando en su interior atrapados a los
escarabajos que quedarán impregnados de polen. Además los pétalos blancos irán
cambiando de color hasta convertirse en una flor rosa. Pasado un día, la flor
se abre dejando escapar los escarabajos que transportarán el polen hasta una
nueva flor blanca, evitando la autopolinización, debido a que las flores de
color rosa no los atraen ni por el color ni por el olor (ya que no lo
desprenden). Y finalmente, las flores pocas horas después de su polinización se
marchitarán.
Muy cerca y en el mismo espacio es
posible observar los lotos sagrados (Nelumbo
nucifera), que son muy similares a los nenúfares. Ambas planas se pueden
diferenciar fácilmente porque los lotos presentan las hojas y las flores por
encima del agua, dispuestas en tallos, en lugar de estar flotando como ocurre
con los nenúfares. Es sorprenden observar como las hojas de los lotos siempre
están limpias de polvo y los líquidos resbalan sobre ella. Esta propiedad
hidrófuga ha inspirado el término “efecto loto”, el cual está siendo estudiado
para fabricar tejidos que no se manchen con los líquidos. Esta capacidad de
autolimpieza de las hojas es debida a la compleja nanoestructura de la
superficie foliar que minimiza la adherencia y por ello las partículas de
suciedad son removidas por las gotitas de agua.
Para ver la increíble diversidad de
colores que presentan las flores de los nenúfares debemos visitar uno de los
lugares más bonitos de Kew, se trata de la “Casa de los nenúfares” (Waterlily House) un
pequeño invernadero, con un estanque central. Allí, nos hablaron de la curiosa
historia del nenúfar enano ruandés (Nymphaera
thermarum). El nenúfar más pequeño del mundo con hojas de apenas 1 cm de
diámetro y la única especie de Nymphaera
que crece en barro húmedo en lugar de hacerlo dentro del agua. Fue descubierta
en 1987 por el botánico alemán Fischer. Su distribución se limitaba a las aguas
dulces termales presentes en la localidad de Mashyuza (sudoeste de Ruanda).
Hace unos años desapareció debido a la sobreexplotación de los manantiales termales
y no se conoce ninguna planta que haya sobrevivido en estado silvestre. Con
gran intuición de lo que podía ocurrir el profesor Fischer trasladó unas pocas
plantas al Jardín Botánico de Bonn, donde los horticultores pudieron mantener
la planta pero no eran capaces de hacer que las plántulas pregerminadas se
desarrollasen y produjeran nuevamente flores, para poder propagar la planta. En
el 2009 como resultado de un intercambio de
plantas llegó a Kew un puñado de semillas y unas plántulas pregerminadas.
Las plántulas de N. termarum se
cultivaron inicialmente sumergidas bajo el agua como cualquier otro nenúfar.
Pero, en ambos jardines botánicos, este método no tuvo éxito, ya que las
plantitas no alcanzaban la madurez. Con el fin de conseguir multiplicar esta
planta, se puso manos a la obra Carlos Magdalena, el horticultor español que
lleva varios años trabajando en Kew y que tiene un gran historial a la hora de
recuperar las plantas más raras y difíciles, muchas de ellas al borde de su
extinción. Carlos realizó multitud de experimentos y pruebas, pero la clave la
encontró al investigar sobre el hábitat natural donde crecía el nenúfar enano,
dándose cuenta que a diferencia del resto de los nenúfares no crecía sumergida
en las aguas profundas de lagos, ríos o pantanos, sino que crecía en un
ambiente húmedo al borde de los
manantiales termales. Con estos datos Carlos hizo un último ensaño y pudo
comprobar cómo las plantas crecían y en noviembre de 2009, la colección viva de
N. thermarum de Kew floreció por primera
vez. Actualmente, en Kew hay más de 50 plantas del nenúfar enano ruandés y es
el único lugar del mundo en el que se multiplica periódicamente y en grandes
cantidades. En el futuro existe la posibilidad de restaurar el lugar de origen
y reintroducirla.
Como hemos podido comprobar los
Jardines de Kew son un lugar para disfrutar, contemplar, estudiar, conservar y
maravillarnos del mundo vegetal. Pero aquí, solo hemos visitado y descubierto
una pequeña parte de los múltiples tesoros presenten en Kew, que continuaremos describiendo
en próximas entregas.
Bibliografía y referencias
Autor: José
Luis Olmo Rìsquez. Biólogo y profesor de educación secundaria en el IES “Azuer”
de Manzanares (Ciudad Real). Dirección de contacto jlorisquez@gmail.com
Un interesante libro escrito por Will Benson donde nos hace un recorrido por la historia evolutiva de las plantas utilizando como recurso los Jardines de Kew. Este libro contiene unas fantásticas fotografías y es un completo a la serie documental del reino de las plantas.
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