
En
situaciones puntuales o agudas de estrés, el organismo secreta la hormona
liberadora de corticotropina –el neurotransmisor CRH-. A consecuencia de ello
se libera dopamina, relacionada, entre otros factores, con la motivación y la
recompensa. En cambio, cuando la situación se hace crónica, el CRH pierde su
función liberadora y deja de producirse dopamina, situación que puede
prolongarse durante varios meses.
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no queda ahí el daño, pues las situaciones de estrés crónico pueden provocar
una reacción adversa del organismo ante la CRH , de manera que el estrés agudo puede provocar
situaciones emocionales negativas.
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