del vertido intencionado de crudo provocado
por el ejército iraquí en Kuwait en 1991 ni
del accidente del Prestige en las costas
gallegas en 2002
Está ocurriendo ahora y mucho más cerca
Relacionamos las imágenes
de aves muertas o moribundas cubiertas de petróleo con el vertido que en 1991
ordenara Sadan Husseim en Kuwait tras la invasión iraquí o de aguas
contaminadas por crudo, inquietantemente brillantes, a la catástrofe del Prestige en 2002 frente a las costas
gallegas. Unas y otras se vienen repitiendo desde hace años y, como mínimo,
seguirá así unos cuantos años más en pleno centro de la península y a muy pocos
kilómetros de una población de más de 50.000 habitantes: Arganda del Rey, en
Madrid. Las aguas contaminadas por hidrocarburos donde perecen decenas de aves
están en la laguna de Boca Alta y suponen un riesgo para la salud pública tanto
por contaminar el aire como por las filtraciones que pueden afectar a los
acuíferos cercanos.
EL ORIGEN
La laguna de aceite se encuentra en una zona de graveras que en
los años del “desarrollismo” fueron explotadas por empresas de áridos,
extrayendo de ellas hasta llegar al nivel freático, por lo que las oquedades se
llenaron de agua y surgieron estas lagunas artificiales. A finales de lo años
ochenta se instalaron en la zona dos empresas, Ulibarri y Piqsa, únicas en la
época dedicadas al reciclado de aceites industriales. La laguna de Boca Alta
fue utilizada desde 1989 hasta 1995 para arrojar en ella los residuos
producidos por la industria, consistentes en hidrocarburos. Ulibarri-Piqsa
tenía capacidad para producir 40.000 toneladas anuales de aceite reciclado pero
en 1991 se declaró en suspensión de pagos y en 1995 se procedió a su
liquidación, pasando la parcela donde se ubica la balsa contaminada a ser
propiedad de uno de los acreedores de Ulibarri-Piqsa a quien en el 2009 se la
compró la Comunidad
de Madrid por 50.000 euros y con la intención de regenerarla.
Fruto de esos años de vertido incontrolado hoy, a 800 metros de zonas
urbanas de Arganda del Rey, existe esta laguna de 12.750 metros
cuadrados que contiene 50.000 metros
cúbicos de residuos y 70.000 de tierra contaminada. Estos residuos resultan tan ácidos que, según
el Consejero de Medio Ambiente, si metes la mano “te quemas”, si bien no se puede concretar de qué manera puede
estar contaminando el aire o las aguas subterráneas de la zona. Las leyes en
vigor en la época de los vertidos, según las que estos delitos prescribían a
los tres años, hace imposible pedir responsabilidades a los causantes de estos
vertidos y que tenga que ser la administración pública la que solucione este
problema.
MATADERO DE AVES
La consecuencia más evidente es que la laguna tóxica se ha
convertido en un cementerio de cormoranes, ánades, garzas, rapaces nocturnas y
todo ave que desde las alturas confunde el reflejo del agua contaminada con una
lagunan donde poder pescar; una vez dentro, no resulta posible levantar el
vuelo con el plumaje cubierto de chapapote, cuyo efecto tóxico termina con la
vida de estos animales
Si bien desde la
Comunidad de Madrid se han tomado medidas para ahuyentar a
estas aves, como “espantapájaros automáticos”, balizas luminosas, etc. –con una
inversión de 18.000 euros-, éstas parecen haber resultado poco eficaces según
los grupos conservacionistas de la zona, que cifran en unas 20.000 aves las que
habrían perdido la vida desde los años ochenta sobre la capa de al menos 20
cms. de aceite que cubre la superficie.
¿SOLUCIONES?
Como ya hemos dicho, la Comunidad de Madrid adquirió la parcela donde se
encuentra la laguna tóxica en 2009. Poco después, con la aprobación del Plan
Rector del Parque Regional del Sureste, donde se encuentra esta laguna,
anunciaba como primera medida de éste, su regeneración en un plazo de dos años,
comenzando por la toma y análisis de muestras, vaciado de la laguna, tratamiento de lodos, relleno del hueco…
hasta llegar a la regeneración y revegetación de la zona.
Más o menos dos años, cuando la situación de la laguna de aceite
se mantenía igual si no peor, un portavoz de la Consejería de Medio
Ambiente informaba de los trabajos que venían realizando: estudios y análisis
para concretar lo que había en la laguna, que por entonces aún estaban en
marcha, y apuntaba posible soluciones, como crear un vertedero controlado y
permeabilizar la zona para crear un paisaje verde.
Mientras tanto, las denuncias de vecinos de la zona llevaba al
fiscal de Medio Ambiente a ordenar investigaciones a la guardia civil y preguntar
a la Confederación
Hidrográfica del Tajo sobre las posibles conexiones de la
laguna con acuíferos.
Este verano llegaba un nuevo anuncio sobre un plan definitivo para
la descontaminación de la balsa tóxica. Se evaluaba en un coste de entre 14 y
15 millones –aunque reconociendo que podía llegar a 20- y en un plazo de seis
años, fijando 2020 para la recuperación total.
Para financiarlo se acudiría al proyecto LIFE+ que, atendiendo a
su innovación en I+D+I, entre otros aspectos, podría pagar la mitad del gasto,
mientras el resto saldría del presupuesto madrileño. El proceso contaría con la
participación de la Sociedad Española
de Ornitología y la unidad especializada en descontaminación de suelos de la Universidad
Politécnica de Madrid.
En el proceso las capas superficiales de aceite se retirarían
mediante bombeo y las restantes se tratarían en el terreno, neutralizando el
ácido que contiene que se trasladaría a cementeras para su quema. El objetivo
sería dejarla como una laguna más de las existentes en la zona e, incluso,
crear un centro de educación ambiental que sirviera para mostrar los errores
cometidos. Para ello ya se estarían realizando trabajos previos aunque la
evaluación ambiental necesaria para iniciar la primera fase no se realizaría
hasta primeros de 2014.
PERO HAY MAS
En 2011 varios grupos ecologistas de la comarca del Sureste
madrileño denunciaron la existencia de otra laguna tóxica en la zona, ésta
situada cerca de la antigua carretera de Valencia y de la Vereda de Valdecañas. Los
vertidos realizados en ella serían anteriores a los de la laguna de Boca Alta y
se habrían realizado entre mediados de los años 60 y mediados de los 70.
Tendría 5.094 metros
cuadrados y en su interior podría albergar, calculando
unas profundidad de 20
metros , más de 100.000 metros
cúbicos de residuos.
La responsable de los vertidos sería Grasas y Lubricantes Especiales S.A.
(GRALESA), absorbida por otra empresa en 1988., que la abandonó tras colmatarla
y abrirse la laguna de Boca Alta. A
diferencia de ésta, los residuos están casi totalmente solidificados al haber
mezclado los residuos industriales con restos de escombros, tierras y cenizas,
lo que podría facilitar su traslado y, al menos, evita la continua muerte de
aves. El terreno está rodeado de
olivares y viñedos y los ecologistas se quejan de que la administración
regional nunca ha incluido este paraje en su Inventario de Suelos Contaminados
Lección de ecología
Así titulaba el diario El País un artículo en el que el jefe de laboratorio de Ulibarri-Piqsa describía el procedimiento para el reciclado del aceite usado y la importancia del reciclaje de aceites.
En 1993 este mismo periódico, ante el cierre de la citada empresa publicaba en otro artículo: La atmósfera y los ríos de España están de enhoramala. En estos momentos no hay en todo el país ninguna empresa que regenere el aceite usado.
Como en anteriores ocasiones, hemos querido conocer las diferentes versiones que existen sobre este problema, por lo que hemos formulado una serie de cuestiones tanto a los grupos ambientalistas de la comarca como a la Dirección General de Evaluación Ambiental de la Consejería de Medio Ambientede la Comunidad de Madrid
Raúl Urquiaga, portavoz del Grupo de Acción para el Medio Ambiente
Es difícil que pueda darse un caso semejante. Esta balsa se construyó en los años 70 cuando todavía la normativa ambiental era casi inexistente y el clientelismo era norma a la hora de ejecutar cualquier proyecto polémico. Esta situación se prolongó en el tiempo y hasta finales de los 90 se continuó echando todo tipo de hidrocarburos.
Lo que es difícil de justificar es que durante los años 90 y hasta la fecha, ninguna de las administraciones competentes en la laguna (Ayuntamiento de Arganda, Comunidad de Madrid y Confederación Hidrográfica del Tajo) haya tenido nunca el más mínimo interés por solucionar este grave problema de contaminación. Hay que tener en cuenta que el caso es especialmente grave por estar situada la laguna dentro de un espacio protegido como es el Parque Regional del Sureste. Durante más de 15 años la finca ha estado abierta y cualquiera
podía acceder a ella sin problema. De hecho se han seguido depositando residuos y aceites hasta fechas recientes.
Mariano González, Director General de Evaluación Ambiental de la Comunidad de Madrid
Difícilmente podría producirse una situación similar. La legislación en el momento en el que se produjeron o se detectaron los vertidos era muy laxa, pero a día de hoy eso ha cambiado y los delitos contra el medio ambiente están fuertemente castigados.
Además, actualmente existen controles muy severos en origen de estos residuos de cara a su eliminación. A ello hay que sumar la labor de inspección y en su caso de denuncia del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y de los agentes ambientales y forestales de la Comunidad de Madrid.
R.U.
M.G.
La
Comunidad de Madrid decidió comprar la parcela ante la
imposibilidad de exigir responsabilidades a los causantes de los vertidos y con
el objetivo de solucionar un problema que de otro modo no podía tener solución.
Desde ese momento, principios de 2009, la Administración
regional ha realizado diferentes trabajos de cara a buscar la solución más
adecuada. Ahora, el proceso ya está en marcha definitivamente y no tiene marcha
atrás. Se va a hacer sí o sí porque acabar con esta mancha es un propósito
firme de este Gobierno regional. Ahora bien, la coyuntura económica es la que
es, así que el plazo de los trabajos estará en función del presupuesto final de
la obra. Lo hemos dicho desde el primer momento, es una obra de gran
complejidad que requiere un gasto muy importante y, por tanto, su plazo de
ejecución será de al menos cuatro años.
La
Comunidad de Madrid no tiene constancia de que existan
lagunas en situaciones similares.
Lo que es difícil de justificar es que durante los años 90 y hasta la fecha, ninguna de las administraciones competentes en la laguna (Ayuntamiento de Arganda, Comunidad de Madrid y Confederación Hidrográfica del Tajo) haya tenido nunca el más mínimo interés por solucionar este grave problema de contaminación. Hay que tener en cuenta que el caso es especialmente grave por estar situada la laguna dentro de un espacio protegido como es el Parque Regional del Sureste. Durante más de 15 años la finca ha estado abierta y cualquiera
podía acceder a ella sin problema. De hecho se han seguido depositando residuos y aceites hasta fechas recientes.
Mariano González, Director General de Evaluación Ambiental de la Comunidad de Madrid
Difícilmente podría producirse una situación similar. La legislación en el momento en el que se produjeron o se detectaron los vertidos era muy laxa, pero a día de hoy eso ha cambiado y los delitos contra el medio ambiente están fuertemente castigados.
Además, actualmente existen controles muy severos en origen de estos residuos de cara a su eliminación. A ello hay que sumar la labor de inspección y en su caso de denuncia del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y de los agentes ambientales y forestales de la Comunidad de Madrid.
Parece indudable la
toxicidad de esta laguna para quien pueda caer en ella pero, ¿se puede
concretar cómo está afectando al aire o a los acuíferos y si resulta peligrosa
para los habitantes de Arganda del Rey?
R.U.
No existen datos sobre cómo puede estar
afectando a la calidad del aire y desconocemos si alguna adminsitración ha
hecho algún tipo de control al respecto. La información que recibimos es
escasa y casi siempre contradictoria. Lo único que sabemos es que tanto la Comunidad de Madrid como
la Confederación
del Tajo niegan que se hayan producido filtraciones al acuífero, debido a la
alta densidad del hidrocarburo depositado en el fondo de la balsa. Por otro
lado es un foco potencialmente peligroso no sólo para los vecinos de Arganda
sino también para otros municipios de alrededor. Si por ejemplo llegara a arder
la laguna por alguna causa no deseable, los efectos podrían ser gravísimos.
M.G.
Se trata de residuos peligrosos, pero en ningún caso para
los acuíferos, ni para la calidad del aire ni mucho menos para los vecinos de
Arganda. La propia capa sólida generada por el residuo hace imposible cualquier
filtración. El problema es la pérdida de calidad ambiental y la agresión que
supone para las aves, que se posaban confundiéndola con una laguna. Para evitar
que se posaran, la Comunidad
de Madrid instaló medidas acústicas y visuales disuasorias. La restauración
integral de este espacio permitirá devolverlo a su uso público e integrarlo en
el espacio natural en el que se encuentra.
Han sido
varios los intentos de regeneración de la balsa contaminada desde que la Comunidad de Madrid
adquiriera los terrenos en el 2009, ¿se pueden tener garantías de que esta
vez se logrará limpiar en los plazos y gasto previsto?
R.U.
No existen garantías
porque hasta la fecha, desde 2009, se nos han “vendido” hasta cinco soluciones
diferentes y la situación sigue siendo la misma. De hecho no ha habido ningún
intento, todo han sido palabras vanas y promesas incumplidas.
Ahora mismo lo único
que existe es un proyecto LIFE presentado a la UE , del que nada sabemos y del que la Consejería de Medio
Ambiente no ha querido pasarnos ninguna información. Dada la magnitud de las
cifras de gasto que se manejan (14 millones de euros) y el carácter de la
actuación, no hay muchas esperanzas de que un proyecto así sea financiable a
través de los LIFE. De hecho ya presentó la Comunidad de Madrid dos
proyectos en 2009 y 2010, y ambos fueron denegados.
M.G.
Además de la
laguna de Boca Alta existe otra balsa, contaminada probablemente entre la
década de los 60 y los 70, ¿existen planes o medidas para regenerarla?
R.U.
Sobre
esta balsa no existe ningún interés por la Comunidad de Madrid en hacer nada. De hecho la
composición de ambas puede que sea muy parecida y puede ofrecer información de
interés para el tratamiento de la de Boca Alta. En esta otra laguna los
hidrocarburos fueron solidificados con cenizas y por tanto no ocasiona ninguna
muerte de aves. Además podría valorarse un tratamiento similar para
posteriormente ser traslados los residuos en camiones a vertederos de
seguridad.
M.G.
Autor: Julian Green
Fuentes:
http://redtajo.es/images/stories/documentos/BALSA%20EN%20ARGANDA%20DEL%20REY.pdf
http://arba-s.org/?p=3185
http://elpais.com/diario/1993/10/03/madrid/749651071_850215.html
http://elpais.com/diario/1993/10/03/madrid/749651077_850215.html
http://www.espormadrid.es/2009_03_03_archive.html
http://www.youtube.com/watch?v=RyZF2W41RIg
http://www.youtube.com/watch?v=bMWmsnWMZrc&feature=related
http://borjasarasola.wordpress.com/tag/balsa-deaceite/
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