¿Qué
tiene menos valor que un puñado de arena? ¿Cuántas cosas hay más abundantes en
nuestro planeta que la arena?
Estas
dos preguntas tienen respuestas tan obvias que cualquiera podría responderlas…
¿o no? Pues no. Ha pasado el tiempo en que menos que un puñado de arena sólo
valía un puñado de polvo, en que salvo el agua o el aire pocas cosas eran tan abundantes como la arena
porque hoy la arena se roba, se trafica con ella y esto es así porque se está
acabando, por increíble que pueda resultar. Viviendas –habitadas o vacías-,
carreteras, edificios además de construcciones megalómanas están llevando al
colapso los yacimientos de arena en todo el mundo.
¿Para qué sirve?
La arena tiene múltiples aplicaciones más allá de la construcción:
el dióxido de silicio (SiO2) o sílice se encuentra en la arena y se utiliza en
la producción de vino, alimentos deshidratados, papel, laca, pasta de dientes,
detergente, productos de limpieza, paneles solares, así como vidrio, fibra de
vidrio y desecantes. Los aviones también
utilizan arena en materiales plásticos, en los motores, ruedas, pintura y en
aleaciones ligeras en el fuselaje. Aunque los veamos limpios nuestros
ordenadores, teléfonos móviles y tarjetas de crédito también llevan arena en
sus chips.
No
obstante es la construcción el mayor “depredador” de arena: un metro cúbico de
hormigón necesita 750 kgs. de arena, una casa de tamaño medio consume 200
toneladas de arena mientras que un solo kilómetro de autopista necesita 30.000
toneladas.
¿De dónde se saca?
La
arena se ha venido extrayendo de depósitos volcánicos, canteras, lechos de ríos
y lagos o se ha obtenido triturando rocas por medios mecánicos. Las playas y el
lecho marino son ahora las principales fuentes.
En
el caso de las playas se estima que al menos el 75% de ellas sufren algún tipo
de extracción.
En
Marruecos, donde en muchos casos el método extractivo es a través de hombres y
burros, muchas playas han quedado tan arrasadas como la superficie lunar y para
alimentar el auge constructor cerca de la mitad de la arena utilizada podría
proceder del robo. En Florida, 9 de cada 10 playas estarían en peligro de
desaparecer.
En
cuanto al dragado del mar se utilizan costosas dragas, que pueden extraer
diariamente hasta 430.000
metros cúbicos de arena,
aprovechando que, en este caso, la materia prima es gratis. La vida marina se
ve afectada por esta práctica, pues los animales y plantas que viven en la
arena, primer eslabón de la cadena alimenticia, también son dragados, lo que
repercute en la biodiversidad marina y en los pueblos de pescadores.
Los números astronómicos de la
producción y consumo de arena…
Al
hablar de arena se manejan cifras que escapan a nuestra comprensión: España
produjo en 2007 155.000 toneladas de arena, grava y arena silícea, aunque ya en
2010 producía la mitad. Mucho mayor era la producción de Alemania (261.000) o
Italia (210.000) siendo en 2009 la producción total europea de más de 1,2
millones de toneladas y la producción mundial supera los 15.000 millones de
toneladas. Aunque más impresonantes aún son las cifras si hablamos de
construcciones tales como La Palmera en Dubai,
que necesitó 150 millones de toneladas que se extrajeron de la costa, y las 300
islas del archipiélago artificial El
Mundo, inconcluso por la crisis, 450 millones.
…y sus consecuencias en todo el mundo
Singapur
se asienta sobre 63 islas y ha doblado su población en los últimos 30 años. La
solución a su superpoblación ha sido crear nuevas superficies: una extensión
130 km2 que antes era agua ahora es tierra y se prevén 100 km2 más para el
2030. Para ello ha agotado sus reservas de arena y necesitado traer más de
países como Malasia, Indonesia, Vietnam o Camboya. La duda sobre la legalidad
de la obtención de esa arena ha llevado a estos países a abandonar sus
relaciones comerciales con el estado insular. En Indonesia la explotación de la
arena ha hecho desaparecer 25 islas mientras en Las Maldivas, 100 islas han
tenido que ser evacuadas y su población se han convertido en refugiados.
El
boom de la construcción y el agotamiento de las reservas de en la India han convertido a la
mafia de la arena en la principal organización criminal del país.
La vida de la arena
La
arena es el producto de la erosión de las rocas por parte de la lluvia, la
nieve, las aguas de los ríos… Son éstos los que acaban llevando los granos de
arena hasta la playa o el mar pero no es un viaje fácil, porque puede tardar
miles o incluso millones de años. En las playas, la arena dificulta el avance
del mar tierra adentro y la consiguiente salinización de los acuíferos cercanos
a la costa pero son muchos los obstáculos no naturales que van haciendo esa
labor cada vez más complicada.
Por
una parte el propio dragado de un río evita que esa arena llegue a la costa. De
igual manera las presas no sólo retienen agua, sino también arena. En Estados
Unidos existen 80.000 presas y en China se calcula que en los próximos años
ningún río desembocará en el mar. Se estima que una cuarta parte de la arena
está tras los muros de los embalses. De esta manera la erosión continua de las playas
por las olas no se ve compensada con el aporte de arena que reemplazaría la
perdida.
De
otra parte la pérdida de arena de las playas se trata de corregir
extrayendo arena subacuática; tan
costosas operaciones destruyen la vida submarina y a los pocos años el mar se
ha vuelto a llevar la arena depositada. La construcción de diques para
defenderse de la subida del mar dificulta el movimiento natural de arena entre
playas.
Mientras
la arena se convierte en un bien que se roba y con el que se trafica, los
desiertos siguen cubiertos de ella, ¿por qué no se utiliza la arena de los
desiertos fuente, en principio, inagotable?
La
arena del desierto no sirve para la construcción: sus granos, tras siglos de
rodar y ser pulidos por el viento y las inclemencias meteorológicas, son
redondos por lo que no se unen entre sí. Se necesitan granos rugosos aunque,
aún así, arenas como las marinas, por su contenido en sal, deben ser lavadas
previamente para que no resulten corrosivas en las construcciones que se
utilicen
De pisos vacíos y carreteras sin coches
a megalómanas islas deshabitadas
El
progreso –una visión particular y reducida del mismo- suele ser el argumento
más habitual para justificar o excusar muchas de las tropelías que se comenten
contra el medio ambiente. De la misma manera podría serlo para justificar o
excusar el consumo insostenible que se ha hecho y se hace de la arena; pero
pocos países mejor que el nuestro para demostrar que no es así.
El
famoso boom inmobiliario hizo crecer el parque de viviendas en España entre
2001 y 2011 en 4,3 millones, existiendo en la actualidad unos 3,4 millones de
viviendas vacías, casi el 14% de las existentes. Uno de los mayores
consumidores de arena es la construcción de carreteras: en el año 2000 los
kilómetros abiertos de autopistas y autovías no llegaban a los 7.000 mientras
que ocho años después suponían 10.500. La situación al borde de la quiebra de
nueve autopistas de peaje –en los casos de las nuevas autovías gratuitas no se
valora su rentabilidad- muestra claramente lo innecesario de su construcción y
el nulo progreso que han aportado. Otras grandes construcciones consumidoras de
arena como los aeropuertos –Ciudad Real, Castellón- cerrados o sin siquiera
haber pisado un avión su pista completan la desoladora imagen.
Pero
el boom inmobiliario no ha sido exclusivo de España ni tan siquiera ha cesado
en todas partes. Francia e Italia tienen cada una dos millones de viviendas
vacías, número que casi iguala Alemania; una cuarta parte de la actividad
económica de China se dedica a la construcción de viviendas, a un ritmo de
entre 12 y 24 ciudades nuevas al año, muchas de las cuales permanecen vacías.
Con
todo, lo más espectacular y paradigma del consumo desmesurado de recursos y, en
este caso, sobre todo de arena, lo representa Dubai, con dos construcciones: La
Palmera y El Mundo
El Mundo es un archipiélago de 300 islas artificiales
agrupadas de manera que representan un mapamundi. Ocupa 55 km2 de mar, siendo
la superficie total de las islas más de 9 km2. El proyecto está paralizado por
la crisis y sus responsables han tenido que salir al paso de las noticias que
aseguran que el complejo se está hundiendo.
Ambas
construcciones han representado un reto para la ingeniería que ha tenido que
hacer frente a numerosos problemas quedando, en cualquier caso, otros por
resolver. Su construcción afecta a la vida submarina, al movimiento natural de
las mareas, a la propia costa de Dubai, a la contaminación de las aguas
“capturadas” dentro de las palmeras y ha acabado con las reservas de arena
marina de Dubai necesitando la importación de arena de otros países como
Australia.
Julian Green
Fuente principal:
La guerra por la arena
(documental)
más información en
http://www.youtube.com/watch?v=Dg5j7nd4H2M
Otras fuentes de información:
http://www.cdeglobal.com/uploads/cms_file/160820130831.pdf
http://www.materialesparaconstruccion.com.mx/agregados/arena/
http://www.bdigital.unal.edu
.co/950
/1/43207166_2009.pdf
http://sinat.semarnat.gob.mx/dgiraDocs/documentos/bcs/estudios/2007/03BS2007MD004.pdf
http://asambleademajaras.com/videos/detalle_video.php?idvideo=530
http://www.fao.org/docrep/003/v5270s/V5270S04.htm
http://economia.elpais.com/economia/2013/04/18/actualidad/1366281899_838814.html
http://www.tecniberia.es/jornadas/documentos/f_Criado_Director_Carreteras_Espana.pdf
http://cincodias.com/cincodias/2014/03/25/empresas/1395764787_247433.html
http://www.hic-al.org/noticias.cfm?noticia=1518&id_categoria=18
http://www.gaztelueta.com/demo/modulos/Gaztelueta/bi/docs/monografias/M_SistMed_AdrianIbarra_IsladelaPalmera.pdf
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/28/suvivienda/1296237048.html
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