Es una enfermedad producida por un protozoo parásito, el Toxooplasma gondii. Es un parásito intracelular obligado. Los felinos son los huéspedes definitivos pero puede afectar a la mayoría de las especies de animales de sangre caliente como huéspedes intermediarios, incluidas aves y seres humanos, en todo el mundo. Investigaciones serológicas en Estados Unidos señalan que se infestan el 30% de los gatos (mayor prevalencia en gatos callejeros que cazan su propia comida) y del 25 al 50% de los hombres. Pero en otros partes del mundo, hasta el 60% de la población humana presenta títulos frente a esta enfermedad.
La toxoplasmosis clínica se reconoce con más frecuencia en gatos que en perros, pero el espectro de signos es igual en ambas especies.
Me ha parecido oportuno tratar este tema por varias razones:
-Por ser una zoonosis; es decir, una enfermedad que se puede transmitir al hombre.
-Por los problemas que puede acarrear la misma en el caso de que una mujer la contraiga durante el período del embarazo.
-Por el riesgo que supone para las personas con un sistema inmune comprometido.
-Por la errónea información que se suele difundir con respecto a esta enfermedad.
-Y por la excesiva alarma y ansiedad que a veces les generan a las futuras madres.
Voy a exponer diversos aspectos que creo relevantes de esta enfermedad y que nos van a servir para conocer con qué nos enfrentamos, los riesgos de la misma y cómo prevenirla. Aunque es un poco técnico, les animo a que lo lean hasta el final.